Descubre 10 curiosidades sobre la Antártida, el continente más austral y uno de los lugares más misteriosos y salvajes del mundo. Lee a continuación nuestra lista sobre los datos más sorprendentes y fascinantes que se conocen hoy en día sobre el desierto más duro del mundo.
La primera persona en nacer en la Antártida
El 7 de enero de 1978 nace el primer bebé en el continente antártico y desde entonces otras diez personas han nacido allí. De padres argentinos, el nacimiento de Emilio Marco Palma no fue una simple casualidad, el padre de Emilio era el jefe de un contingente del ejército argentino en la Base de Investigación Esperanza, una estación científica que se encuentra cerca de la punta de la Península Antártica.
Su madre fue trasladada a la base en el séptimo mes de embarazo para dar a luz en la Antártida, como parte de una estrategia de Argentina para establecer su soberanía en esa parte del continente. Aunque Argentina ha reclamado esta parte del continente como parte de su territorio nacional, las otras naciones no la reconocen y también se superpone a otras partes que anteriormente fueron reclamadas por el Reino Unido o Chile. Una disputa de difícil solución y que seguro dará mucho de que hablar en el futuro.
Los primeros en descubrir la Antártida
La Antártida no tiene población indígena y no hay evidencia de que haya sido vista por humanos antes del siglo XIX. Sin embargo, la creencia en la existencia de un vasto continente en el extremo sur del globo para “equilibrar” las tierras del norte como Europa, África o Asia existía desde hace mucho tiempo.
La civilización empezó a acercarse al continente alrededor del año 1773 cuando el explorador James Cook cruzó el círculo antártico y llegó a unos 120 km de la costa antártica antes de retirarse debido al campo de hielo. Según varias organizaciones Fabian Gottlieb von Bellingshausen, capitán de la Armada Imperial Rusa, junto con el capitán de la Royal Navy Edward Bransfield y el explorador y cazador de ballenas Nathaniel Palmer fueron los primeros en avistar la costa de Antártida en 1820.
El Tratado Antártico
Después del primer contacto con el desconocido y salvaje continente en 1820, varias naciones declararon su soberanía sobre el nuevo territorio, lo que llevó a una significativa tensión durante un largo tiempo. A medida que aumentaba la tensión, todos coincidieron en la necesidad de una resolución pacífica.
En diciembre de 1959, 12 países firmaron el Tratado Antártico, un acuerdo internacional sin precedentes para gobernar el continente juntos y garantizar la paz y el avance de la ciencia. Desde entonces, otros 41 países han firmado el Tratado y participan en reuniones anuales, donde se toman decisiones sobre cómo se gestiona la actividad humana en la Antártida.
Los oasis antárticos
Mientras que grandes extensiones del continente están cubiertas completamente de hielo, otras han quedado al descubierto. De hecho, alrededor del 1% de su área (aproximadamente 4000 km2) está permanentemente libre de hielo y se prevé que estas zonas podrían expandirse considerablemente a finales del siglo XXI.
Estas áreas se llaman valles secos u oasis antárticos y son algunos de los entornos más secos y más duros de la Tierra. Se encuentran rodeadas por la capa de hielo antártico o en áreas costeras situadas entre la capa de hielo y las plataformas de hielo antártico. A pesar de la aridez extrema, algunas plantas briofitas y líquenes pueden sobrevivir en los oasis antárticos.
La Antártida es el mejor lugar del mundo para encontrar meteoritos
Si alguna vez quieres ir a buscar un meteorito, la Antártida es el mejor lugar del mundo para encontrarlos. El continente se ha ganado la reputación de ser el lugar idóneo para encontrar estas rocas espaciales gracias a unas características claves. Aunque tienen una probabilidad casi igual de caer en cualquier lugar de la Tierra, la Antártida cuenta con casi la totalidad de su superficie cubierta de nieve y el paisaje monocromático hace que las rocas oscuras destaquen. Simultáneamente, las corrientes de hielo tienden moverlas y dejarlas caer en la misma área.
El clima del continente también tiende a preservarlos muy bien por ser un clima muy seco. Cualquier meteorito que caiga en cualquier otro lugar, por ejemplo en la jungla, se corroerá rápidamente y se descompondría.
Las Cataratas de Sangre
En 1911 en un remoto glaciar en la Antártida Oriental se observó un extraño fenómeno. El hielo azul del glaciar estaba manchado por un color rojo como la sangre por el agua que fluía en forma de cascada desde las profundidades del glaciar. La cascada fue descubierta por un geólogo australiano llamado Griffith Taylor, quien fue el primero en explorar la región.
Durante muchos años la fuente de este agua fue un misterio, hasta que en 2017 los científicos anunciaron que habían descubierto la causa. El agua que fluía desde el interior del glaciar provenía de un lago subglacial, alto en sal y hierro oxidado, y cuando el agua entraba en contacto con el oxígeno, el hierro se oxidaba, dando al agua su llamativo tono rojo. En la actualidad el glaciar donde se puede observar este fenómeno se conoce como el glaciar Taylor y el flujo se conoce como las Cataratas de Sangre.
No hay zona horaria antártica
La cuestión del tiempo en la Antártida es complicada, puesto que teóricamente la Antártida se encuentra en todas las zonas horarias, porque el Polo Sur está situado cerca del centro del continente. Los científicos que trabajan en la Antártida generalmente permanecen en la zona horaria del país del que partieron, pero esto puede causar algunos problemas. Por ejemplo, en la Península Antártica se encuentran estaciones científicas de Chile, China, Rusia, el Reino Unido y muchos otros países, haciendo que la cooperación sea algo confusa.
La Antártida tiene la mayor reserva de agua dulce del mundo
Se estima que la Antártida contiene la gran mayoría del hielo total de la Tierra y dentro de este hielo se encuentra alrededor del 70% de toda el agua dulce del planeta. Esto puede parecer mucho, pero solo representa alrededor del 2% del suministro total de agua del mundo. En lo más profundo, el hielo de la Antártida tiene 4.5 km de profundidad y se ha estimado que si todo el hielo se derritiera, los niveles mundiales del mar subirían unos 60 metros. Pero esto supondría un cambio drástico en el clima global.
La Antártida tiene volcanes activos
La Antártida es el hogar de varios volcanes únicos, la gran mayoría de ellos están enterrados bajo toneladas de hielo y también cuenta con dos volcanes activos. El monte Erebus, el segundo volcán más alto de la Antártida, es el volcán activo más austral de la Tierra y el único que cuenta con lagos de lava en esta región, además de otras características únicas como las fumarolas de hielo y las estatuas de hielo que se forman alrededor de los respiraderos volcánicos.
El segundo volcán activo está en la Isla Decepción, una caldera volcánica que una vez fue el hogar de una próspera estación ballenera y más tarde una estación científica, fue abandonada después de la erupción más reciente del volcán en 1969.
Los lagos escondidos de la Antártida
Hasta la fecha se han identificado más de 300 grandes cuerpos de agua bajo el hielo grueso del continente. No se congelan debido al calor y la presión geotérmica del núcleo de la Tierra y son parte de una vasta red hidrológica bajo la gruesa capa de hielo. Se sabe que algunos de los lagos están interconectados e intercambian agua, pero también se cree que algunos están completamente aislados, lo que significa que el agua no se ha movido durante miles de años. Los científicos creen que estos lagos aislados podrían albergar microorganismos que aún no han sido descubiertos por la ciencia moderna.
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