Miconos es una isla Cicládica en el mar Egeo y es uno de los destinos turísticos más exóticos del mundo. Famosa por sus fantásticas playas de agua turquesa y su ambiente de fiesta, Miconos es una isla increíblemente hermosa que atrae a miles de turistas cada año.
¡Veamos 10 curiosidades sobre la isla de Miconos que probablemente no conocías!
Una de las mejores islas del Mediterraneo para turismo
La población en Miconos varía mucho durante todo el año, solo hay unos 15,000 residentes permanentes en la isla, de los cuales 4,000 son extranjeros. Sin embargo, en los meses de verano la isla alberga más de 50,000 personas, el turismo siendo la principal fuente de ingresos. La popularidad y el entorno paradisíaco de Miconos no han pasado desapercibidas por las celebridades y personalidades de todo el mundo, la isla cuenta con establecimientos de lujo y villas para pasar unas vacaciones realmente espectaculares.
Los piratas en Miconos
Hasta finales del siglo XVIII, Miconos prosperó como uno de los centros comerciales más importantes del Mar Egeo, atrayendo a muchos inmigrantes de las islas cercanas, además de las regulares incursiones piratas. De hecho, las emblemáticas calles estrechas de la isla fueron especialmente diseñadas para confundir a los piratas, un laberinto de calles concebido para ayudar a la gente de Miconos a protegerse de las incursiones. En la actualidad todavía logran confundir a los visitantes, pero deambular por estos callejones rodeado de casas encaladas y caminos empedrados es una de las mejores experiencias que ofrece la isla.
La isla de los vientos
Miconos es un destino fantástico para aquellos que les gusta el windsurf. Cada verano las islas Cícladas reciben fuertes vientos de verano conocidos en griego como meltemi, y eso hace las condiciones sean perfectas para el windsurf. La playa de Kalafatis es probablemente el mejor lugar para practicar deporte, esta playa es conocida por ser un centro de deportes acuáticos y se encuentra en la parte sureste de Miconos, a 12 kilómetros de la ciudad de Mykonos.
Los colores de las puertas y ventanas
Una de las primeras cosas que las personas notan cuando visitan Miconos son los colores de las puertas, ventanas y edificios de la isla. Básicamente, todos son azules, rojos, verdes y, por supuesto, blancos. Una gama cromática presente en otras islas griegas, como Santorini o Paros. La razón de este estricto código de color se remonta a una antigua tradición que consistía en pintar las puertas y persianas de los hogares según la profesión de los dueños. Los marineros solían pintar las puertas de azul, los agricultores de verde, y todos los demás de color rojo.
Miconos en la mitología griega
Según la mitología griega, Miconos lleva el nombre de su primer gobernante y héroe local Mykons, el hijo del dios Apolo, una de las deidades principales de la mitología griega y uno de los dioses olímpicos más significativos. También se dice que Miconos es el lugar de la batalla entre Zeus y los Gigantes. Según cuenta la historia, Hércules, que luchó del lado de su padre, logró derrotar a los Gigantes después de atraerlos fuera de la protección del monte Olimpo y luego los encarceló bajo el terreno rocoso de la isla.
La isla cuenta con más de 400 iglesias y capillas
La razón de la abundancia de los lugares de culto es que en el pasado para construir una casa los isleños debían primero construir una iglesia en su tierra. La ciudad de Mykonos, también conocida como Chora, tiene más de 60 iglesias pese a ser una ciudad pequeña y contar con menos de 10.000 habitantes. La isla incluso cuenta con algunos lugares de culto que se construyeron durante el período bizantino. Estas iglesias se solían construir frente al mar, ya que creían que esto ayudaría a los marineros a mantenerse a salvo y evitar cualquier peligro durante sus viajes. Situada en el barrio de Kastro, la Iglesia de Panagia Paraportiani es la más famosa y se ha convertido en un símbolo de la isla.
Petros el pelícano, la mascota oficial de Miconos
En 1958 un pescador encontró un pelícano herido en la costa y decidió llevarlo a su casa para cuidarlo. Le proporcionó refugio y cuidado y luego soltó al pájaro cuando finalmente recuperó su fuerza. Pese a la libertad, el pelícano se quedó en la isla, deambulando por sus calles, pescando en el puerto y convirtiéndose en amigo de los lugareños y turistas. Cuando el pájaro falleció en el año 1985, los isleños decidieron seguir manteniendo la tradición de su mascota y posteriormente tres nuevos pelícanos se establecieron alrededor de la ciudad principal de Mykonos, uno de ellos incluso tuvo el honor de recibir el nombre de “Petros”.
La pequeña Venecia de Miconos
Uno de los lugares más populares de la isla es el pequeño barrio de Alefkandra, también conocido como Pequeña Venecia. Esta pequeña área está situada en la parte occidental de la ciudad de Mykonos, por lo que es probablemente el lugar de interés más accesible para visitar. Su nombre se debe a que los edificios en este pequeño distrito cuentan con balcones de madera que se extienden sobre el mar, recordando a los turistas de los canales de Venecia. La Pequeña Venecia es probablemente el lugar más romántico de Mykonos, un lugar donde puedes disfrutar de un paseo y la mejor vista de la puesta de sol tomando algo en una terraza.
El faro de Armenistis
El faro de Armenistis está ubicado en la costa noroeste de la isla y fue construido en 1891. Con vistas a la vecina isla de Tinos, el faro es un homenaje a la rica historia marítima de la isla. Es el mejor lugar para ver la actividad marítima y para apreciar las vistas panorámicas de la costa. Para llegar al faro de Armenistis se recomienda alquilar un automóvil u otro medio de transporte, puesto que se encuentra a unos 7 km de la ciudad de Miconos.
Molinos de viento de Mykonos
Los molinos de viento de Mykonos son una característica icónica de la isla y son lo primero que se ve al llegar al puerto de Pequeña Venecia, ya que siete de ellos se encuentran en lo alto de una colina. La mayoría de ellos fueron construidos por los venecianos en el siglo XVI y operaron en la mayoría de las islas Cícladas desde el siglo XVI hasta finales del siglo XIX, aprovechando al máximo los vientos racheados de la zona para la molienda de granos, una actividad que contribuyó al desarrollo económico de la isla. En la actualidad uno de estos molinos de viento se ha convertido en el Museo Agrícola de Mykonos.
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